¡¡Hola a todos!! Hoy os hablo de un tema que me apasiona: cómo fomentar el dibujo y la creatividad en casa con nuestros peques.
En un mundo donde las pantallas están siempre al alcance de la mano, fomentar la creatividad en los niños puede parecer todo un desafío. Sin embargo, dibujar y crear en casa no solo es una actividad maravillosa para compartir tiempo de calidad con ellos, sino también una forma de estimular múltiples habilidades esenciales mientras se divierten.
Aunque me dedico al arte, quiero confesaros algo: no espero ni pretendo que mis hijos se conviertan en grandes dibujantes (¡eso dependerá de ellos!). Lo que sí me importa es que tengan el espacio y el tiempo para explorar su creatividad, porque en esta etapa de sus vidas, lo más valioso no es el resultado final de lo que dibujan, sino todo lo que el proceso creativo aporta a su desarrollo.
Si aún no te sientes del todo motivado/a para sentarte a dibujar con tus peques, déjame contarte algo que quizás cambie tu perspectiva.
Durante mucho tiempo, hemos visto el dibujo (y las actividades creativas en general) como un mero entretenimiento infantil. Y, por supuesto, lo es: pocas cosas son tan encantadoras como ver a un niño perderse en su propio mundo artístico. Pero lo que a menudo no se ve es lo que ocurre a nivel neuronal mientras dibujan, pintan o incluso garabatean. En esas pequeñas manos en acción se está desarrollando un motor esencial para su crecimiento integral.
A nivel cerebral, dibujar fomenta habilidades motoras finas imprescindibles para escribir, manipular objetos o realizar tareas precisas. Pero eso no es todo: también les ayuda a expresar emociones, a resolver problemas y a construir su autoestima. De hecho, para muchos niños, el arte se convierte en un lenguaje único con el que pueden expresar sentimientos o pensamientos que aún no saben verbalizar. Esta capacidad de comunicación no verbal es una herramienta valiosísima que complementa su desarrollo emocional y social.
En resumen, el arte no solo despierta la creatividad, sino que también fortalece el desarrollo cognitivo, emocional y social de los más pequeños. Así que, ¿por qué no darle a tus hijos el espacio y las herramientas para explorar todo lo que pueden crear con sus manitas? ¡Te sorprenderá todo lo que pueden descubrir!
Por todo lo anterior, estoy convencida (y lo digo con firmeza) de que el arte y las actividades creativas deben ser una parte fundamental del día a día de los niños, no solo en los entornos educativos (aunque, por supuesto, también en ellos). Y atención, no me estoy refiriendo a "colorear" dibujos prehechos (esos ya fueron creados por alguien), sino a ofrecerles un papel en blanco, a darles la oportunidad de crear lo que su imaginación les dicte, sin límites ni restricciones.
El objetivo no es enseñarles a dibujar a la perfección (de hecho, cada niño tiene su propio concepto de "perfección" en el dibujo, y no se trata de imponerles el nuestro). Se trata de darles un espacio donde puedan liberar su imaginación, explorar su fantasía y desarrollar, al mismo tiempo, sus habilidades motoras y cognitivas.
Aquí te voy a dar unos tips que te ayudarán a darle forma a vuestras dinámicas de dibujo, pintura, garabateo o cualquier otra cosa que tenga que ver con el arte:
1. Crea un Espacio de Arte en Casa
No necesitas una habitación de juego ni grandes espacios de tu casa, basta con una esquinita dedicada al arte (de hecho a los peques les encanta saber que esa esquinita está dedicada exclusivamente a ello). Unas cuantas hojas, lápices de colores, crayones, pinturas y pinceles organizados en recipientes fáciles de alcanzar pueden marcar la diferencia.
Al tener todo a mano, tus hijos sentirán que el arte es accesible y podrán expresarse sin obstáculos en cualquier momento del día.
Si no tienes mucha idea de por donde empezar, echa un vistazo a la entrada de mi blog dedicada a mis materiales preferidos para usar con los niños, creo que te dará muchas ideas y seguro que encuentras el que se adapta mejor a tu familia.
2. Ofrece Libertad para Crear
Evita dirigir en exceso el proceso creativo, aunque pueda parecer algo obvio. Muchas veces lo hacemos sin darnos cuenta, por ejemplo, al ofrecerles constantemente un modelo propio de cómo "deberían" dibujar, lo que termina interfiriendo en su forma natural de explorar y crear.
Una de las lecciones más valiosas que aprendí al dibujar con mi primera hija fue evitar dibujar "como un adulto" junto a ella. No tenía sentido dibujarle una vaca o una casita cuando ella todavía estaba en la etapa de los garabatos, porque desde su perspectiva, lo que ella creaba estaba muy lejos de lo que veía en mi folio. Esto solo la frustraba y hacía que pidiera insistentemente el lápiz que yo estaba usando, intentando recrear esa "magia" con sus pequeñas manos.
Con el tiempo, aprendí a controlarme y simplificar mis trazos, adaptándolos más a los suyos, o incluso limitarme a sentarme a su lado y observarla. Fue entonces cuando descubrí que, al no interferir con mi dibujo, ella se sentía mucho más libre y creativa, explorando con total confianza y disfrutando de su propio proceso.
3. Escúchales
No importa si un dibujo no “parece” lo que dicen que es; lo importante es que estén expresándose y disfrutando del proceso creativo.
Escucha lo que quieren contarte a través de su arte y haz preguntas que demuestren que te tomas en serio lo que hacen: “¿Es una vaca? ¿Qué está haciendo? ¿Dónde está?” o “¿Cómo se siente?”. Este tipo de interacción no solo les anima a hablar de su obra, sino que también refuerza su confianza y les hace sentir que su creatividad es valorada.
4. Integra el Arte en su Día a Día
El dibujo no tiene por qué ser una actividad aislada. Puedes integrarlo en su día a día de formas divertidas y significativas: dibujar lo que soñaron, ilustrar su cuento favorito o crear tarjetas para ocasiones especiales.
Os pongo un ejemplo. Mi hija, que aún no sabe escribir, quiso enviar su carta a los Reyes Magos este año dibujando los regalos que deseaba. Obviamente, los dibujos no eran identificables para ningún adulto (¡ni remotamente! Jaja), pero para ella tenían un significado profundo y transmitían exactamente lo que quería expresar.
Este tipo de experiencias les enseña que la creatividad está presente en todo lo que hacemos, convirtiéndola en una herramienta natural y cotidiana para expresarse.
5. Crea Proyectos en Familia
Dedica tiempo a proyectos creativos en equipo, como decorar una caja de cartón o pintar un mural temporal en la pared (puedes usar un buen trozo de papel kraft para que sea fácil de retirar).
En casa tenemos una tradición que encanta a mis hijos: cuando nos llega un paquete en una caja de cartón grande, ellos ya saben que se avecina una tarde de creatividad. Según el tamaño de la caja, a veces la transformamos en una casita (no hace falta que sea una obra maestra para que ellos la imaginen como tal) o simplemente nos dedicamos a colorearla juntos, cada uno a su antojo. En casos de este tipo, te recomiendo los colores Temperello de Carioca, que menciono en mi post sobre materiales preferidos: ¡son perfectos para estas actividades!
Conozco una familia que cada vez que terminan un paquete de huevos, aprovechan para ponerle color esa tarde. Y seguro que hay muchísimas ideas que surgen en diferentes familias y son muy personales y valiosas para los peques (echa un ojo a Pinterest y encontrarás ideas infinitas para hacer con objetos del día a día!)
Proyectos como estos no solo refuerzan el vínculo entre vosotros, sino que también les enseñan a colaborar y les dan confianza para expresar sus propias ideas mientras ven cómo se combinan con las tuyas y al final, crean algo muy chulo en familia.
6. Celebra Sus Creaciones
Exponer sus dibujos en casa, ya sea en la nevera, un corcho o una pared especial, les da un gran sentido de logro y orgullo. Ver que valoras su creatividad les motiva a seguir explorando y creando.
Personalmente, me encantan los marcos con puertecita y almacenaje diseñados para exponer las obras de los más pequeños. Son cómodos, prácticos y perfectos para resolver el eterno dilema de "¿dónde meto tantos dibujos?" (¡admítelo, seguro te pasa lo mismo, jaja!).
Otra idea es escanear los dibujos que más signifiquen para vosotros y guardarlos en formato digital. Con el tiempo, te encantará revisarlos y ver cómo han evolucionado. Incluso podrías crear un collage o un libro personalizado con sus progresos. Es un proyecto que todavía tengo pendiente, pero me parece una forma preciosa de conservar sus recuerdos creativos.
7. Ofrece Materiales Nuevos y Desafiantes
Soy una gran fanática de los materiales creativos, y aunque es cierto que no hace falta gastar una fortuna, a veces nos pasamos de largo con esta idea. He visto niños desmotivados porque no tenían materiales adecuados para su edad o porque estos ya estaban en mal estado. Seguro que te suena: ceras que no pintan porque son de baja calidad o rotuladores secos que "aún pintan un poco".
Introducir a tus hijos a nuevas técnicas y materiales es casi obliga
torio si quieres mantener su motivación en nuevos desafíos artísticos y seguir ampliando sus habilidades. Ofrécele materiales diferentes y de una calidad decente, que sin duda marcarán un plus en su entusiasmo y creatividad (si quieres ideas, en mi otro post sobre materiales favoritos para los peques te hablo de algunas opciones que funcionan de maravilla).
8. Predica con el Ejemplo
Ahora te toca a ti. Atrévete a pintar y crear junto a tu peque, sin preocuparte por el resultado. Como mencionaba más arriba, no se trata de demostrar habilidades, sino más bien de todo lo contrario: mostrar que disfrutar del proceso creativo es lo más importante.
Dedica tiempo a dibujar o pintar a su lado, aunque sea algo sencillo. Si papá o mamá se enfrentan al folio en blanco con entusiasmo y sin prejuicios, ellos sentirán esa libertad y querrán unirse a ti. No necesitas ser un artista profesional; lo realmente valioso es compartir ese momento y disfrutar juntos del arte.
9. No temas al Desorden
Es cierto, la creatividad a veces puede ser un poco caótica. Unas gotas de pintura en las manos, ceras rodando por el suelo, rotuladores sin tapón y crayones desordenados son parte natural del proceso.
Si las manchas te generan estrés, mi consejo es que te equipes con un buen delantal para proteger la ropa de tu peque y reserves un mantel específico para estos momentos creativos. Así podrás relajarte y disfrutar más de la actividad.
Pero no lo olvides: ese pequeño desorden es una señal de que algo creativo (y genial) está ocurriendo. Tu peque recordará esos momentos con felicidad, así que déjate llevar y disfruta de su alegría. ¡El arte no necesita ser perfecto, pero sí disfrutado! 😊
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Y hasta aquí mi lista! ahora me encantaría que me contaras en los comentarios. ¿Qué haces tú para estimular la creatividad en casa con tus pequeños? Estoy s
egura de que juntos podemos inspirarnos y aprender mucho.
Recordad: fomentar el dibujo y la creatividad en casa no requiere grandes inversiones, sino tiempo, disposición y un entorno en el que los niños se sientan libres para expresarse. Además, es una oportunidad maravillosa para que tú, como padre o madre, te atrevas a liberar tu propia creatividad, aprendas y disfrutes de ese momento único junto a ellos.
¡Hasta la próxima!
Con cariño,
Mara